Resumen del Real Zaragoza 1958-59, temporada que comenzó con la llegada del entrenador vasco Juan Ochoa, quien llegó con la vitola de ser un gran formador de jóvenes jugadores. Sus métodos no gustaron a varios jugadores (les obligaba a bajarse del autobús para caminar durante cinco o seis kilómetros por la carretera en los partidos fuera de casa) y la afición se volvió especialmente crítica con el juego de un equipo que parecía que no se adaptaba al estadio. Lo cierto es que el Zaragoza padecía en exceso en casa para ganar y acumulaba goleadas en contra en sus desplazamientos, como el 4-1 en Granada, el 7-1 ante el Atlético o el 7-0 ante el Betis.
A pesar de que Murillo y Mauro superaron la barrera de los diez goles cada uno, el equipo estuvo toda la temporada en la mitad baja de la tabla. La llegada de Duca en marzo aportó aire fresco a un equipo que, gracias a sus goles logró la estabilidad y tranquilidad necesaria para sellar una permanencia que no llegó hasta la última jornada, en la que goleó en casa al Valencia por 6-1.

El curso finalizó con la Copa, donde el equipo cayó ante el Valencia, quien se tomó la revancha de la liga eliminando a los blanquillos en los 1/8 de final.